5 consejos para liberarte del sentimiento de culpa

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Las emociones forman parte de nuestra vida. La forma de gestionarlas determina nuestro estado de ánimo de una manera decisiva. De ellas depende que hallemos un estado de bienestar y el deseado equilibro emocional. Sin embargo, a veces es imposible escapar de situaciones que pueden generar en nosotros estados que generan crisis y conflictos. El sentimiento de culpa es muy común. Por ello, te vamos a dar las claves para saber gestionarlo. Sigue leyendo para poder enfrentarte a contextos como el descrito con éxito.

¿Qué es el sentimiento de culpa? La definición de este concepto es tan compleja como personas hay en el  mundo porque para cada uno el sentimiento de culpa adquiere unas dimensiones diferentes y particulares. No obstante, el portal Enciclopedia Salud lo define como una experiencia psicológica que se desencadena tras causar un daño. La consecuencia sería, según este portal, la responsabilidad por ese acto; es decir, el sentimiento de culpa.

¿Cuándo aparece el sentimiento de culpa?

¿Has experimentado alguna vez el sentimiento de culpa? La respuesta a esta pregunta, con toda probabilidad es afirmativa. De hecho, la concepción del sentimiento de culpa se experimenta a una edad temprana. Normalmente, a los 3 o 4 años los niños ya sienten esa emoción tras haber experimentado ese sentimiento en un contexto como el descrito en los párrafos anteriores.  

Cómo evitar la emoción de la culpabilidad

  1. Capacidad de análisis. Tras una crisis o una situación que ha provocado ese sentimiento tiendes a actuar de una forma visceral y poco racional. Ello te impide poder analizar la situación. También te aleja de situarte lejos del problema con perspectiva para tener una capacidad de análisis que te permita ser más ecuánime y objetivo.
  2. Aceptación. Debes de aprender a asumir que la vida implica estar inmerso en situaciones que pueden derivar en marcos no estables. Por tanto, aprende a aceptar que todo puede suceder, pero, también, aprende a relativizar los temas críticos dado que cuando vives una experiencia de estas características no hay solo un culpable. Has de saber gestionar la culpa en su justa dimensión.

Nadie es perfecto 

  1. Asume que la perfección es una utopía. Aunque tus metas sean muy ambiciosas has de ser consciente de que todos podemos cometer errores. Nada más lejos de la realidad. Piensa que de esas experiencias acabas siempre aprendiendo algo. Y, sobre todo, ten claro que debes aceptar las cosas como son sin pensar de forma recurrente en ellas. Y también has de recordar que no eres perfecto sino que, como le ocurre a todo el mundo, siempre tienes algo que mejorar.
  2. Evita el drama. A lo hecho pecho. Así reza el dicho popular. Aprovecha esta sabiduría para evitar situaciones dramáticas que no te van a conducir a ningún sitio. El drama ante una situación que ya no tiene punto de retorno no resuelve nada, ni tampoco lo va a solucionar. Por ello, evita generar esa tensión que no te ayudará en  ningún sentido. 
  3. Discúlpate. Lo mejor que puedes  hacer es hablar con la persona que ha sufrido algún daño. Discúlpate sin remilgos y de forma sincera. Será bueno para ti y para la persona que haya sufrido un daño emocional. En caso de no tener posibilidad de disculparte escribe un texto en el que puedas expresar con palabras tus sentimientos de desagravio hacia la persona ofendida.

Tips adicionales

  • Evita vivir demasiado tiempo con la culpa a cuestas. Libérate de ese sentimiento lo antes posible. Si lo prolongas no servirá de nada. Por ello, decide solucionar las cosas. Si te quedas anclado en la culpa equivale a quedarte paralizado y no poder avanzar. Y esto es precisamente lo que necesitas, seguir adelante.
  • Aprende a perdonarte. Tan difícil es saber pedir perdón a las otras personas como aprender a perdonarse uno mismo. Este ejercicio es casi más duro y más complejo. En esta línea, tienes que ser compasivo con tu persona y debes saber como perdonar tus errores.
  • Reflexiona. Debes tomarte un tiempo para reflexionar sobre la situación que te ha llevado a tener ese sentimiento de culpa. Revisa tus pensamientos. Normalmente, el sentimiento de culpa es aterrador. Por ello, tienes que fijarte en tus reflexiones para no dejarte llevar por los pensamientos negativos.
  • Ámate a ti mismo. Aprendemos a amar a los otros, pero olvidamos a amar a la persona más importante. Trabaja la propia autoestima. Proyecta tus pensamientos y tus ideas hacia el futuro. Recuerda lo que has aprendido de la experiencia para no volver a cometer los mismos errores y sigue hacia adelante con la sabiduría adquirida.

Ahora que conoces todos estos consejos tienes el reto de aprender a gestionar esas emociones de una forma positiva. Este tipo de situaciones tienen que servir para que puedas crecer. Desde Mantra Relax  ponemos todos los recursos a nuestro alcance para guiarte, acompañarte y aconsejarte en este complejo camino hacia otro estadio mental que te ayude a recuperar el control de tu vida. ¡Visita nuestra página web!

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