Hay determinados conceptos que muchas veces se nos plantean un tanto difusos o con varios significados. Esto puede conducir a errores de interpretación para que podamos implementarlos en nuestras vidas. Uno de ellos es la aceptación. Se ha intentado definir desde diferentes disciplinas y por ello hoy vamos a hablar sobre qué es y cómo llevar la aceptación a nuestras vidas.
La aceptación desde la psicología
Para la psicología la aceptación consiste en reconocer situaciones no deseadas de tu vida sobre las que no tienes poder o no puedes cambiar, por lo que tienes que aceptarlas con todo lo que ellas conllevan como la frustración o la sensación de fracaso del momento, sin excusas hacia nosotros mismos.
Ante una situación complicada o de pérdida, la aceptación es aquello que se pone en marcha para comenzar a sanar emocionalmente, se podría decir que es el inicio del duelo. Aunque es importante no confundirlo con la resignación, porque esta te lleva a la inacción y a sentir que no puedes cambiar nada. La aceptación, en cambio, te lleva a aprender qué situaciones puedes cambiar en tu vida o entorno y cuáles no. Es un concepto muy liberador pues nos lleva a reconocer cómo estamos, en qué situación nos encontramos y a considerar otras posibilidades que nos brinden más oportunidades de cambio o desarrollo personal.
La aceptación desde el budismo
Dese esta perspectiva, la aceptación es lo que te lleva a la verdadera felicidad, entendida como un estado de equilibrio y paz en el que has asumido la vida tal y como se te presenta, dejando a un lado el apego. Y es en este apego donde se incluyen también las experiencias negativas o los pensamientos y sentimientos del tipo “podría haberlo hecho distinto”.
Seguro que ya te has dado cuenta de que no solo nos aferramos y desarrollamos apego por las cosas positivas de nuestras vidas, muchas veces tendemos a desarrollar ese mismo apego hacia eventos, situaciones o emociones negativas. Nos aferramos a ellas pensando e imaginando lo que pudo ser y no fue. La aceptación para el budismo es librarte de ese apego para tener una verdadera libertad y poder desarrollarte de la mejor manera posible.
Además, esta aceptación viene acompañada del no juicio, del no estar constantemente etiquetando las experiencias como positivas o negativas, sencillamente dejándolas ser tal como son y se nos presentan.
Aspectos en común
Como podemos ver, ambas corrientes tienen puntos en común y de las que podemos sacar poderosas enseñanzas. Es un hecho que todos vamos a pasar por momentos difíciles y que estos momentos nos van a hacer sufrir. La clave está en no dejarnos arrastrar por esos sentimientos, asumirlos y dejarlos fluir. Ello nos llevará a la aceptación de la situación y de nuestra nueva realidad, a ver y a aprender qué cosas podemos cambiar y cuáles no, así como a reflexionar mejor sobre las cosas que sí podemos cambiar. Podríamos decir que la aceptación te conduce a una mayor flexibilidad mental.
Eso sí, la aceptación no es un camino fácil. Desde la distancia con una mala situación y viendo la teoría puede parecer algo sencillo, pero no lo es. Aunque te aseguramos que el recorrido merecerá la pena.
Cómo cultivar la aceptación
Es importante entender que la aceptación no es una habilidad que nos venga dada, hay que cultivarla de forma activa para poder llegar a ella. Conscientemente tendrás que asumir los cambios que acontezcan en tu vida, tanto si los catalogas como buenos o como malos, sin dejarte llevar por la emoción que te generen esos cambios y sin engancharte a ellos y a ese momento concreto. No es bueno recrear y pensar de forma casi constante en las cosas buenas o malas que nos ocurren, la mejor forma de llegar a la aceptación es vivir el presente.
Como ya habrás podido adivinar, una de las mejores formas de vivir el presente es mediante la meditación mindfulness. Esta es una herramienta que, al ayudarte a vivir en el presente, te ayudará a alcanzar la aceptación de una manera mucho más sencilla.
Además, ten en cuenta que la aceptación no solo se cultiva y practica con los eventos negativos que nos sucedan. La aceptación también se cultiva al reflexionar sobre nosotros mismos, sobre nuestras habilidades y sobre nuestras carencias. A su vez, es una habilidad que debemos extender o generalizar hacia otros apartados de nuestra vida, como por ejemplo a nuestras amistades o a nuestro trabajo.
Para resumir, el primer paso que deberás dar será adquirir el firme compromiso contigo mismo de aceptar todos tus aspectos propios y de tu vida, y a partir de ese punto intentar generalizar y mantener esta habilidad en tu día a día.
Desde Mantra Relax queremos poner a tu disposición todo nuestro conocimiento para que vivas una vida lo más plena posible. No olvides visitar nuestra tienda para encontrar algunas meditaciones guiadas que harán más fácil tu viaje hacia el autoconocimiento.
Share on facebook
Share on twitter