La vulnerabilidad es un sentimiento que te hace sentir débil y expuesto ante los ojos de los demás. Este sentimiento de inseguridad puede desarrollarse en todas las facetas de tu vida: a nivel sentimental, profesional o social. Te sientes vulnerable cuando te muestras ante los demás como realmente eres, con tus dudas, tus deseos y tus miedos. Por eso, quieres evitar mostrarte vulnerable ante los demás. Sin embargo, la vulnerabilidad es un elemento esencial en tu vida, ya que te permite conectar por completo con los demás y asumir tu verdadera naturaleza, humana e imperfecta. En este artículo te damos las claves para que aprendas a superar el miedo a ser vulnerable.
Cómo superar el miedo a ser vulnerable
Superar la vulnerabilidad es un signo de fortaleza. Solo cuando eres consciente de tus inseguridades y miedos internos puedes aprender a controlarlos e integrarlos en tu vida diaria para superar las dificultades que se te presentan. Estos son los pasos esenciales que tienes que adoptar para superar el miedo a ser vulnerable
Acepta los riesgos
El primer paso para superar el miedo a ser vulnerable consiste en que tengas la suficiente confianza para aceptar los riesgos, sabiendo que mereces un resultado positivo. Por ejemplo, si te presentas a una entrevista de trabajo tienes que tener confianza en ti mismo y saber que tienes suficientes habilidades para conseguir el trabajo, esa confianza te hará más fuerte y te ayudará a vencer tus miedos.
No temas mostrar tus imperfecciones
Tienes que ser consciente de que las imperfecciones no son defectos. No todos tenemos las mismas capacidades ni somos perfectos en todas las facetas de nuestra vida. Mucha gente cree que mostrar una imagen perfecta (y distorsionada) de sí mismo es un signo de éxito y fortaleza, pero no es así en absoluto. Si quieres mostrarte ante el mundo con una imagen perfecta, la gente notará que esa imagen no es real y tendrás dificultad para conectar con los demás. Por el contrario, si te aceptas a ti mismo y muestras tanto tus imperfecciones como tus cualidades, la gente te percibe como alguien verdadero y real, lo que te ayudará a que te acepten como eres realmente.
Sé auténtico
No hay nada más atractivo que una persona auténtica, que tiene el coraje de mostrarse con sus dificultades y sus miedos. Asumir tus propias carencias es una muestra de coraje que hace que los demás te respeten por la verdad que transmites.
Sé consciente de que nadie es perfecto
El perfeccionismo es autodestructivo, dado que nadie puede llegar nunca a ser perfecto. Si tratas de ser perfecto para evitar las críticas jamás lo conseguirás, dado que siempre habrá algún factor que se te escape, por lo que acabarás sumido en la frustración. Para reducir la tiranía del perfeccionismo tienes que ser capaz de asumir tus fallos. Lo importante es que te esfuerces y actúes con responsabilidad. Si consigues el éxito, celebrarlo con alegría, pero si fracasas, asume la derrota sin reproches y empieza con un nuevo objetivo.
Rechaza la culpa y asume la responsabilidad
Existe una diferencia esencial entre la culpa y la responsabilidad. La culpa implica que no somos válidos como persona y nos destruye por completo. Por el contrario, la responsabilidad nos permite tomar el control de la situación, mejorar las cosas y hacernos sentir mejor. Puede ser una fuerza impulsora. Es una sensación incómoda, pero útil. En ocasiones tendrás que asumir la responsabilidad de algunos actos, pero te servirá para mejorar. Sin embargo, no dejes que la culpa te paralice y te impida seguir avanzando.
Atrévete a ser tú mismo para superar el miedo a ser vulnerable
El mejor modo para superar el miedo a ser vulnerable consiste en aceptarte a ti mismo. El miedo ante tus dudas o inseguridades o a ser juzgado por los demás no va a desaparecer nunca. Sin embargo, si te atreves a ser tú mismo y eres consciente de tus reacciones y temores internos serás capaz de asumirlos y aprenderás a reaccionar cada vez mejor para superar los obstáculos y las dificultades que se te presenten cada día.
Asume tu vulnerabilidad para ser feliz
Para superar tu vulnerabilidad es importante que aprendas a conocer tus miedos y asumas el riesgo de controlarlos. Un buen punto de partida consiste en permanecer atento a todo lo que sucede a tu alrededor y a las reacciones, pensamientos y sentimientos que te provoca tu entorno. Si logras identificar cuáles son los desencadenantes de tus temores internos sabrás reconocer qué es lo que provoca tu vulnerabilidad.
Reconocer la propia vulnerabilidad exige una gran dosis de coraje e implica dejar de preocuparte sobre lo que los demás puedan opinar sobre ti. Lo importante es que aprendas a reconocer tus emociones y tus miedos internos y que aprendas a controlarlos para tener una vida más feliz y plena en todos los aspectos.
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