Vivimos en una época en la que estamos expuestos a estímulos constantemente. Siempre tenemos algo que hacer, algo que ver o algo en lo que trabajar. En este marco, es difícil encontrar un momento y un espacio para aprender a tener una mente en calma, con todos los problemas que ello conlleva. Por eso, hoy te traemos unos hábitos y consejos que te ayudarán a tener la mente en calma incluso en los momentos más difíciles.
Por qué es importante tener una mente en calma
Antes de comenzar, es importante que entiendas la utilidad de tener una mente en calma. Hay varios motivos por los que deberías trabajar para llegar a este estado y el primero es tu salud. Una mente en calma conduce a no dejarte arrastrar por el estrés del día a día y a no sentir en tu bienestar sus efectos nocivos para la salud.
Piensa en lo beneficioso que puede ser no dejarte llevar por las primeras emociones que te puedan surgir durante una discusión con amigos, familiares o con tu pareja. Imagina la utilidad de mantener una mente en calma en un ambiente laboral estresante, en el que tienes que tomar decisiones bajo presión. Una mente en calma solo te aportará ventajas en tu vida diaria.
No sacrifiques tu ocio
Puede parecer algo baladí, pero durante la práctica para llegar a conseguir una mente en calma es importante que te comprometas. Lo mejor será que empieces por lo más fácil. Reflexiona sobre cómo son tus momentos de ocio y si en ellos sientes ese ruido mental constante. Cuando descubras cuál es la actividad que más disfrutas y que menos te hace pensar en otras actividades o problemas no relacionados, practícala. Se trata de encontrar un equilibrio entre los momentos en los que tienes que ser productivo y los momentos de ocio. Recuerda que uno es tan importante como el otro. No puedes estar rindiendo al máximo nivel todo el tiempo. Los momentos que te dediques a ti mismo te ayudarán a tener una mente en calma.
La meditación es la llave
Una vez hayas descubierto y sentido los beneficios de dedicarte tiempo a ti mismo, tocará empezar a trabajar en lo que será la llave de una mente en calma, la meditación. Es especialmente recomendable la meditación mindfulness. Esta práctica no solo te aportará los beneficios que están asociados a ella, sino que por definición te lleva a vivir el presente y a dejar pasar los pensamientos y emociones que no son relevantes en ese momento. Este tipo de meditación te hace consciente de lo que estás pensando, de tu nivel de “ruido mental” y te enseña a dejar fluir esos pensamientos y emociones.
No se trata de ignorarlos o pasarlos por alto, se trata de darte cuenta de que esos pensamientos están ahí. Tienes que identificarlos y no luchar contra ellos, sino dejar que se extingan por sí solos al dejarlos ir y no anclarte a ellos. El ejemplo más ilustrativo en este caso es cuando una persona te dice que no pienses en algo. Lo más probable es que esa afirmación te lleve a pensar en ello. Por el mismo motivo son tan poco útiles consejos como “relájate” o “no pienses en ello”.
Sé paciente
Llegar al punto de tener una mente en calma requerirá trabajo por tu parte y que incluyas esta práctica en tu rutina. No tienes que meditar durante horas, puedes empezar dedicándole 5 o 10 minutos e ir incrementando poco a poco el tiempo. Póntelo fácil y prueba a meditar en diferentes momentos del día, buscando en el que menos trabajo te cueste ponerte y más productivo te resulte para tener una mente en calma. Recuerda que, aunque notes beneficios tras las sesiones, tardarás algo más de tiempo en generalizar un estado de mente en calma al resto del día. Deberás ser constante y trabajar tu mente como si de otro músculo se tratase. El resultado merecerá la pena.
Descarga el exceso de energía acumulada
Otro punto importante es liberar el exceso de energía retenida a lo largo del día por medio del deporte. Puede que pienses que, tras una dura jornada de trabajo, estarás demasiado cansado para ponerte a hacer deporte. Sin embargo, si tu trabajo no es puramente físico, es importante que liberes el nivel de activación mental y de estrés que has acumulado por medio del deporte. No solo te ayudará a desconectar, sino que favorecerá la oxigenación del cuerpo y del cerebro, por lo que también resultará clave en el proceso de alcanzar una mente en calma.
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